¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico inicia con la toma de historia clínica y un examen físico completo. Algunas preguntas importantes están dirigidas a la exposición a irritantes pulmonares, especialmente el humo de cigarrillo. Se pueden requerir pruebas de función pulmonar como la espirometría; pruebas de imágenes como radiografía de tórax o análisis de sangre como la gasometría arterial.